La derogación de los temarios para el ingreso al cuerpo docente evita una ruptura y una distorsión en el procedimiento de acceso a la función docente. La medida llevada a cabo por el Gobierno del PP quiere evitar inseguridad en los procedimientos de acceso y es para el beneficio de los opositores que llevan años preparando unos temarios que fueron cambiados en noviembre pasado, iniciado el curso escolar, sin el tiempo suficiente para su correcta preparación.
El PSOE aprobó una ley educativa en 2006 y ha mantenido incluso durante los 5 años de desarrollo de la ley unos temarios aprobados en 1993. Ha tenido 5 años para cambiarlos y lo ha hecho dos días antes de las elecciones generales. Los sindicatos (esos que sólo saben llamar a las masas a la movilización y a la huelga cuando el Gobierno no es del PSOE, y que ahora protestan) pidieron que se retrasara su aprobación. Esto evidencia que la actual queja es puramente política. Los temarios antiguos han contado con el acuerdo de todos los sectores hasta hace dos meses. ¿Por qué ahora ya no son válidos?
Durante años, a nadie se le ha ocurrido exigir o reclamar la publicación de unos temarios adaptados a la ley en vigor. A nadie se le ha ocurrido protestar o simplemente quejarse porque el anterior Ministerio cambiara unos temarios sobre los que no iba a tener ninguna responsabilidad. Si todo el mundo ha estado satisfecho con los temarios utilizados hasta noviembre pasado, ¿cuál es la razón de la actual queja?
Unas oposiciones docentes no se preparan en dos meses. Estamos hablando de un temario publicado el 18 de noviembre. Antes de esa fecha, y durante meses e incluso años, los opositores han estado manejando un temario, que es el que actualmente queda en vigor. ¿Es esto un perjuicio para los opositores? ¿No es esto beneficiar a la mayoría?
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